Me desperto la torpeza de creer que un mundo maravilloso nos esperaba a la vuelta de la esquina, me desperto sobresaltado la verguenza de los latigos golpeando contra la espalda. Me desperto la cordura de saber que no hay salida para un regreso. Me desperto, la sombra cubriendo mi cabeza con oscura certeza.
Al final crei que dormir era una salida.
Me equivoque.-
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Que he de temer?. No le doy a mi vida mas valor que el de un alfiler. EN cuanto a mi alma, ¿que podra hacerle? si es inmortal.
J.L.BORGES
J.L.BORGES
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